
Dios nos mira con ojos de amor; con misericordia y con regocijo. Él es nuestro padre; preguntar ¿cómo me mira Dios?es tener la certeza de saber que nos mira como la madre que se deleita ante su bebé recién nacido.
Nosotros somos la creación de Dios; fuimos diseñados a su imagen y semejanza; de sus manos salió el propósito de nuestras vidas. Así que somos su diseño perfecto. Su más valiosa creación. De esa manera nos ve Dios.
Cuando nos creó; a cada uno por separado, coloco su amor, sueños y propósitos en nuestras vidas. Cuido cada detalle; nos cubrió de sus bendiciones y nos otorgó sus dones y talentos.
Desde el principio estamos bajo la mirada de Dios
Cada detalle de nuestro cuerpo, de nuestra alma y de nuestro espíritu ha estado bajo la supervisión de Dios
Porque tú formaste mis entrañas; Tú me hiciste en el vientre de mi madre. Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras…
Mi embrión vieron tus ojos, Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, Sin faltar una de ellas.
Salmos 139: 13-16 (RVR 1960)
Dios ha tenido cuidado de nosotros; nos vigila; está pendiente de nuestras necesidades. Su infinito amor va más allá de tiempo y espacio.
Él es omnipotente, el alfa y omega. Principio y fin.
Por lo que, esto le otorga la cualidad de permanecer presente en todo lo largo de nuestras vidas; no podemos huir de su presencia.
Donde quiera que estemos, donde quiera que vayamos; aún en las profundidades; la mirada de Dios estará sobre nuestras vidas.
El Valor que Dios nos da
Dios nos ama y con ese amor puro, incuestionable e irresistible, nos ha hecho ser sus hijos. Cómo nos mira Dios, como herederos de su trono; real sacerdocio; nación santa.
Así nos aprecia Dios. Somos sus hijos preciados.
Dentro d las escrituras expresas que nos hizo un poco superior a los ángeles; que estos están para servirnos; nos llenó de su poder, amor y dominio propio. Nos ha dado autoridad para que en su nombre hagamos grandes maravillas.
Eso es lo que somos ante los ojos de Dios.
Es por ello, que nadie puede menospreciarnos, desvalorarnos porque si no estaría cuestionando lo que Dios ha creado y amado.
¿Por qué no puedo verme como Dios me mira?
A veces, no puedo saber cómo Dios me mira, porque estoy alejado(a) de él. Dios es amor y sin amor no hay encanto, no hay belleza, ni admiración.
Separados de Dios no somos nada; estando lejos de él, nuestra visión es más simple y corta. No podemos ver el propósito de nuestra vida, ni contemplar su belleza ni amor.
¿Qué hacer para estar en su presencia?
Siempre estamos bajo la mirada de Dios, pero estar en su presencia es cuestión de decisión; al abrir mi corazón y dejar que Él llene cada espacio vacío. Una vez que entregas voluntariamente tu vida en manos de Dios, te darás cuenta como todo cambia.
Cómo me mira Dios en este momento, será con agrado; comenzando un proceso de transformación a nuestras vidas. Limpiara nuestro pensamientos y sanará nuestro corazón.
Cambiará esa harapienta forma de ser, por vestiduras blancas de majestad; calzará nuestros pies para que estemos firmes y nos colocará joyas que representa nuestra autoridad pérdida. Dios nos restaura, nos limpia y purifica.
Dios es un padre cuidadoso; vigilante de nosotros sus hijos. Ha hecho todo por amor a nosotros. Nunca ha escatimado nada para nuestro beneficio. Ha caminado al lado de cada uno, protegiendo nuestros pasos.
“Pues los caminos del hombre están delante de los ojos del SEÑOR, y El observa todos sus senderos” Proverbios 5:21 (NVI)
No olvides:
- Debemos buscar a Dios en todo tiempo; él siempre tendrá su corazón abierto para todos nosotros.
- Tenemos que entender que somos hechura suya, semejantes a él.
- Somos preciados para Dios más que las joyas preciosas.
- Dios no mira con amor. Somos sus hijos amados.
- Nos vigila y nos guarda. Nos protege, no duerme ni descansa
Acción de Gracias a Dios
Dios amado y soberano; que en tu trono estás sentado con poder
No se cierren sobre mí tus ojos, no se aparte de mí tu mirada
Tú que desde las alturas me vigilas
Y sobre mí estás como mi protector
No permitas que la luz de mi corazón se apague
Y se extinga tu brillo sobre mí
Haz florecer mí tu espíritu
Y que tu amor sea mi deleite cada mañana.
Bendice mi alma y mi corazón
Y no apartes de mí tu rostro
Amén.