
Dentro de nosotros hay una fuerza que nos impulsa, nos motiva, nos hace sentir, y reflexionar y esa fuerza es nuestro corazón, y no estamos hablando precisamente del órgano que bombea sangre sino de nuestra alma, el centro de nuestra voluntad, de nuestros pensamientos, nuestros sentimientos y emociones.
La Biblia nos habla de que “Sobre toda cosa guardada, debemos guardar nuestro corazón porque de él mana la vida” (Proverbios 4.13 RV) y es algo que comprendemos, pero, te has preguntado cómo cuidar el corazón espiritualmente, si es así continua leyendo este articulo y te ayudaremos en esta titánica y diaria labor.
Realmente ¿Qué es el corazón espiritual?
Cuando espiritualmente hacemos alusión al corazón, nos referimos a la mente, el centro de nuestra voluntad nuestros sentimientos, nuestras emociones y pensamientos.
El hombre es cuerpo, alma y espíritu. El cuerpo es lo físico orgánico, el espíritu es la vida que viene de Dios y vuelve a Dios. Pero el alma es nuestro corazón, nuestra mente.
¿Cómo cuidar el corazón espiritualmente?
Cuida tu corazón de Ti mismo.
La Biblia expresa que el corazón humano es malo, y que no debemos confiarnos de él.
“Nada hay tan engañoso como el corazón. No tienen remedio. ¿Quién puede comprenderlo? Yo el Señor, sondeo el corazón y examino los pensamientos, para darle a cada uno según sus pensamientos y según el fruto de sus obras.” (Jeremías 17 9-10 NVI)
Seguramente habrás oído infinidad de veces decir, haré lo que me dicta mi corazón, y en eso hay error. No nos podemos fiar de nuestras emociones pensamientos, sentimientos y percepciones porque nuestro corazón es engañoso. Si de verdad queremos saber cómo cuidar el corazón espiritualmente, debemos aprender a confiar plenamente en Dios y a depender solo de él y no de lo que dicta nuestro corazón.
Cuida tus Pensamientos.
“Así que les digo esto y les insisto en el señor: no vivan más con pensamientos frívolos como los paganos” (Efesios 4.17 NVI)
Si quieres guardar espiritualmente tu corazón debes aprender a cuidar y seleccionar tus pensamientos, reflexiona por un momento en cómo reaccionas generalmente a lo que ocurre a tu alrededor (como asumes internamente lo que te sucede) ¿con quejas, con angustia, con ansiedades?
Ahora piensa, que haría Jesucristo, recuerda que debemos pensar diferente como lo indica la biblia, ya que somos personas transformadas por el amor de Dios.
“Por lo demás hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo es digno de alabanza, en esto pensad”. (Filipenses 4.8 RV)
Renueva tu Mente.
“Ser renovados en la actitud de su mente” (Efesios 4.23 NVI)
Si usted de verdad desea guardar su corazón espiritualmente necesita renovarlo cada día, y esto solo es posible si usted así se determina hacerlo (pues es la actitud y por tanto es voluntario).
Parte de renovar nuestro corazón está en nosotros, pero para saber cómo cuidar el corazón espiritualmente, debes ir diariamente a los pies de Dios, que es la única fuente de vida, capaz de renovar, restaurar y transformar nuestro corazón.
“No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de dios, buena agradable y perfecta. (Romanos 12.2 NVI)
Entrega tu corazón a Cristo.
El señor no solo entro en nuestras vidas cuando le entregamos nuestro corazón por primera vez, sino que en cada situación el sigue estando a la puerta de tu corazón para ayudarte a enfrentar el día a día recuerda:
“Mira que estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré, y cenaré con él, y el conmigo”. Apocalipsis 3.20 NVI
Así que cada vez que sientas que no puede más y que necesitas saber cómo cuidar el corazón espiritualmente, recuerda abrir tu corazón a Cristo, y confesar con tu boca que Dios es el Señor de tu vida, y el ayudador de tus dificultades, es quien está contigo, y quien guarda tu corazón.
“Que si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levanto entre los muertos serás salvo, porque con el corazón se cree para ser justificado pero con la boca se confiesa para ser salvo”. Romanos 10.9-10. NVI