La presencia de Dios habitan en el corazón de quienes lo buscan y su amor se extiende sobre aquellos que le claman. Sus oídos están puestos a disposición de nuestras oraciones y peticiones; pero ¿Cómo hacer la voluntad de Dios en nuestras vidas? es nuestra decisión.
Al aceptar la existencia de Dios en nuestro corazón y adorarle con todo nuestro ser, ya estamos cumpliendo con la voluntad de Dios. Él no nos obliga a nada. Sólo extiende una invitación y nosotros decidimos si la aceptamos o no.
¿Qué es aceptar Su voluntad?
Acceder a Su voluntad, no quiere decir que Dios nos somete y toma el control, si no que le permitimos ir delante de nosotros porque somos nosotros quienes no podemos actuar, y sólo Dios puede. Hacer su voluntad es confiar que todo estará bien a pesar de las circunstancias.
Cabe destacar que someternos a la voluntad de Dios, es tener la sabiduría espiritual de que lo que él demanda está bien
“Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta”
Romanos 12: 2 NVI
Entender esta cita, es confiar que lo que Dios demanda es bueno según sus términos, es perfecto según su visión y es agradable según su percepción; acá está el conflicto de muchos.
Porque quieren someterse a la voluntad de Dios pero se niegan a dejar su yo; están aferrados a su egoísmo.
Cuando Dios, intenta actuar en esas áreas que bloqueamos de su presencia o nos resistimos a su sanidad comienza un proceso en nuestras vidas en el cual comenzamos a cuestionar el poder y la misma voluntad con Dios.
Conflictos con Dios
El principal conflicto que tenemos con Dios no viene de parte del enemigo si no de nosotros mismos.
El conflicto es nuestro ego, porque aunque queremos la protección y cuidado del Padre, no queremos entregar por completo nuestro corazón, nuestra alma y nuestro espíritu.
Cuando Dios establece los términos de su voluntad; en nuestro interior debe haber paz; porque el resultado final del trato a nuestras vidas será beneficioso; en cambio si sientes presión, turbulencia y molestias es porque estás luchando tú solo y has apartado a Dios de tu camino.
Hay un precio que pagar
A veces nos gusta disfrutar del favor de Dios; gozar de su protección, de su presencia de sus milagros; pero no nos gusta pagar el precio. No aceptamos el compromiso divino de someternos voluntariamente ante él.
¿Cómo hacer la voluntad de Dios en nuestras vidas?
Cabe aclarar, que no es un sumisión donde se pierden nuestros derechos y somos violentados; si no una sumisión de que alguien que me ama puede tomar el control y así pueda confiar que todo va estar bien porque él dirige mi vida.
¿Cómo conocer la voluntad de Dios?
Para conocer la voluntad de Dios, primero debemos conocerle a él. Saber quién es Dios y como es su carácter, facilitará el entender hacia dónde vamos.
Dios es nuestro padre y su carácter es afable, nos ama y nos cela con cuidado. Nos ve como a sus pequeños y cuida de nosotros.
Como padre que nos ama, Dios no va a afectarnos al ejercer su voluntad sobre nuestras vidas, él quiere bendecirnos y quiere lo mejor para nosotros.
Aceptar la voluntad de Dios en nuestras vidas es rendirnos a él; es despojarnos de nuestras cargas y pesares al permitir que Dios vaya delante venciendo los obstáculos.
¿Qué hacer para conocer la voluntad de Dios en mi vida?
Para conocer la voluntad de Dios en nuestras vidas principalmente debemos buscarlo con un corazón genuino; sin prejuicios y sin egoísmo
Jeremías 29:13 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
“Y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón”.
-En oración:
Hablar con Dios nos permite conocer su voluntad en nuestras vidas, entender que necesitamos su ayuda y que dependemos completamente de él.
-Leyendo la palabra:
Leer las escrituras nos ayuda a entender que es lo que Dios quiere de nosotros y conocer profundamente cuál es su voluntad en nuestras vidas.
-Cultivando una relación con Dios:
Estando alejados de Dios no conoceremos su voluntad, debemos abrir nuestra comunicación con Dios y cultivarla para que él pueda revelarse a nuestras y vidas; al estar cerca de él podemos entender su voluntad, su amor y su presencia.
Oración a Dios para hacer su voluntad en nuestras vidas
Amado Dios de la gloria; bendita sea tu presencia en nuestras vidas.
Gracias por tu amor infinito, por tu misericordia y benevolencia.
En esta hora Señor, reconozco mis fallas delante de ti, porque he querido hacer mi voluntad y no la tuya.
Ven dirígeme y hazme una persona recta. Guíame por tus sendas que son de paz y de justicia.
Llévame con tu bendición cualquiera que sea mi camino y perdona mis transgresiones. Te entrego mi corazón y mi vida, y acepto el sacrificio que Jesús hizo en la Cruz por mi.
Amén.