
En nuestro caminar con Dios debemos desarrollar actitudes que nos permitan asemejarnos al carácter de Dios a través del ejemplo que nos dejó el Señor Jesús en su ministerio y servicio por las almas.
Dentro de las escrituras se encuentran innumerables historias de hombres y mujeres que marcaron la diferencia con respecto a su fe. En el nuevo testamento, entre las Epístolas Paulinas; se resaltan las dirigidas a Timoteo; quien fue uno de los servidores fieles e hijo adoptado por fe del apóstol Pablo; quien describe el comportamiento insigne de este hombre en su dedicación a la obra de Dios.
Profundizando en su historia; el nombre de Timoteo tiene un significado especial el cual es: “Quien adora a Dios”; tomando en cuenta lo que simboliza podemos ver el tipo de ministerio que Timoteo tenía en sus manos.
Inicios en su fe.
Para el Apóstol Pablo era su hijo amado; fiel en el Señor y su hijo en la fe; por lo que fue a través de su evangelismo que Timoteo se convierte al Señor junto a otros miembros de su familia; como su madre Eunice y su abuela Loida.
A partir de este punto; comienza el ministerio y las cualidades de Timoteo que lo llevaron a ser un ejemplo de entrega, fe, diligencia y servicio en su caminar con Dios.
Carrera activa en el Señor.
Timoteo había llegado a ser un cristiano activo recomendado a Pablo por los hermanos de Listra e Iconio; cuando el apóstol volvió a visitar a Listra en el segundo viaje misionero; pero ya en su infancia Timoteo había recibido las enseñanzas del Antiguo Testamento y aunque no estaba circuncidados, se les fue revelado que tendría un ministerio particular.
Allí Pablo y los ancianos se reunieron; le impusieron sus manos lo bendijeron y consagraron para la evangelización
“Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos”.
Timoteo 1:6 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
Luego de esto; el mismo Pablo circuncidó a Timoteo; como especie de concesión a las ideas Judías tradicionales, a causa de las circunstancias en las que podían alegar la ascendencia judía de Timoteo pero no implicaba con ello el abandono del principio de la libertad cristiana.
Compañero Fiel.
Una de las características principales de Timoteo era su fidelidad y diligencia; acompañó a Pablo por Galicia, Filipo, Tesalónica, Atenas y Corinto; en el cual se quedó un tiempo con su guía.
“Él nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos,”
2 Timoteo 1:6(RVR 1960)
Era un hombre obediente; servil. Pablo confiaba plenamente en encomendar causas justas a Timoteo porque sabía sus capacidades; era una ayuda idónea en su ministerio y en la labor que le habían encomendado en sus manos.
Dios era su Guía.
Lo más importante es que era un hombre de Dios; le creía y usaba los dones que el Señor le había otorgado por el servicio de ir a predicar el evangelio a los más necesitados.
Viajó con Pablo a todos estos lugares predicando la Palabra; cuando Pablo no podía tenía toda la confianza de delegar a Timoteo funciones porque sabía que él las ejercía con responsabilidad, poder y Sabiduría de Dios.
El ministerio y las cualidades de Timoteo eran dirigidos por Dios; porque era un hombre de fe que servía con todo su amor y entrega por la salvación de las almas. Timoteo siguió a Pablo y compartían su trabajo por llevar la Palabra de Dios a todos sus hijos.
Espero en el Señor Jesús enviaros pronto a Timoteo, para que yo también esté de buen ánimo al tener noticias vuestras, porque no tengo a ningún otro que comparta mis sentimientos y que tan sinceramente se interese por vosotros”
Filipenses 2:19-20. Reina Valera 1960
Al final se entregó por completo al servicio del Señor con un corazón valiente y humilde. Atendió a los más necesitados y cumplió con responsabilidad su carrera en la fe. Fue martirizado siendo esto un ejemplo de una labor digna para nuestro Señor.