En el Antiguo Testamento se puede apreciar la historia de la creación de la humanidad y su relación con Dios.
Las personas de este tiempo estaban regidas por la ley de Dios; la cuales quedaron grabadas en las tablas de los mandamientos. A través de ellas el hombre seguía una serie de indicaciones y normativas para agradar a Dios.
Por medio de los sacrificios y ofrendas del antiguo testamento el hombre elevaba una alabanza al Padre y era un requisito cumplir con estos mandatos para agradar y ministrar su gloria.
Sacrificio de fidelidad y obediencia.
Sacrificio Grato.
Caín y Abel hicieron la primeras sacrificio y ofrendas en el antiguo testamento; y agrado más la ofrenda de Abel porque escogió de lo mejor que había criado; enfureciendo esto a Caín porque su hermano encontró gracia ante los ojos de Dios
“Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda” Génesis 4:4(RVR)
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Holocausto
Noé hizo un holocausto al Señor; después del diluvio una vez que el arca estuvo en tierra firme para agradecer la salvación de él y su familia. Pues Noé fue obediente aun cuando fue cuestionado; Dios le salvo y lo bendijo.
“Y el SEÑOR percibió el aroma agradable, y dijo el SEÑOR para sí: Nunca más volveré a maldecir la tierra por causa del hombre, porque la intención del corazón del hombre es mala desde su juventud; nunca más volveré a destruir todo ser viviente como lo he hecho” Génesis 8:21(RVR)
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Ofrenda
Abraham es otro ejemplo de obediencia al aceptar sacrificar a su hijo porque Dios le pidió y al ver el amor y devoción que él demostró fue llamado: padre de la fe; en el altar que iba a estar destinado para su hijo sacrifico la ofrenda que Dios envió
Redención por la Ley de Dios.
Porque eran necesarios estos sacrificios y ofrendas en el antiguo testamento; lo eran porque el hombre siempre ha tenido una naturaleza carnal y era necesario ponerse a cuentas con Dios para expiar sus pecados a través de un sacrificio puro, limpio que enjuagara su pecado e iniquidad.
“Entonces un hombre que esté limpio juntará las cenizas de la novilla y las depositará fuera del campamento en un lugar limpio, y la congregación de los hijos de Israel las guardará para el agua para la impureza; es agua para purificar del pecado.” Números 19:9(RVR)
Ofrendas gratas a Dios.
Las ofrendas eran agradecimientos que los hijos de Dios entregaban para exaltar su grandeza y bendición en su vidas; apartaban lo mejor para Dios y lo traían ante el sumo sacerdote frente el tabernáculo para que santificara su provisión.
Sacrificios aborrecibles.
Los sacrificios y ofrendas en el antiguo testamento se volvieron una práctica sin temor a Dios.
Los hombres se alejaban cada vez de su presencia, cometían atrocidades y pecaban deliberadamente; luego venían al altar y quemaban los desperdicios de sus pecados; hasta los sacerdotes se corrompieron y mancharon de iniquidad estos sacrificios.
El Señor se agotó de las muchas ofrendas y sacrificios; quería que fuesen de corazón entregado a él pureza en el alma y espíritu. No quería más sangre ni holocaustos; solo quería un corazón que le sirviera
“Y Samuel dijo: ¿Tiene Jehová tanto contentamiento con los holocaustos y víctimas, como en obedecer a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios; y el prestar atención que la grosura de los carneros” Samuel 5:22 (RVR)
La ofrenda que Dios quiere.
Ahora Dios no quiere sacrificios; la mejor ofrenda es un corazón humilde que le busque en espíritu y en verdad; que seamos transparente delante de Él y que nuestra oración este llena de gracia de alabanza y adoración para llegar al corazón del padre.
“Lo que pido de ustedes es misericordia y no sacrificios.” Porque no he venido a llamar a justos sino a pecadores”. Mateo 9:13 (NVI)
Una promesa Viva.
Dios envía a su hijo para que por medio de Él tengamos vida; yo no es necesario presentar sacrificios pues el Señor se ofreció como sacrificio por nuestros pecados para ser aceptos por el Padre.
“También Cristo fue ofrecido en sacrificio una sola vez para quitar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, ya no para cargar con pecado alguno, sino para traer salvación a quienes lo esperan” Hebreos 9:28 ( NVI)