
La Palabra de Dios está repleta de mensajes de amor para el mundo, y de hombres y mujeres de valor que sirven como ejemplo de lo que Dios puede hacer en nuestras vidas si decidimos concederle el lugar que le corresponde en nuestro corazón.
En esta oportunidad, queremos compartirte algunas Madres Ejemplares de la Biblia y como Dios puede hacer de nosotros, esas mujeres de valor que impactarán de modo positivo la vida de nuestros hijos.
Madres Ejemplares de la Biblia.
Es nuestra oración que Dios pueda hablar a tu vida a través de este corto mensaje y que su Santo Espíritu se pueda revelar y de ese modo puedas transformarte y convertirte en esa persona que Él quiere que seas.
En este sentido, te presentamos tres mujeres que son algunas de las muchas Madres Ejemplares de la Biblia, cuyas vidas y decisiones acertadas respecto a su fe y al lugar de Dios en sus vidas, impactaron tan positivamente la vida de sus hijos que pasaron la historia como grandes hombres que marcaron la diferencia.
Ana, La que cumplió sus Votos.
Entonces hizo este voto: «SEÑOR Todopoderoso, si te
Dignas mirar la desdicha de esta sierva tuya y, si en vez de olvidarme, te
Acuerdas de mí y me concedes un hijo varón, yo te lo entregaré para toda su
Vida, y nunca se le cortará el cabello.»
1 Samuel 1.11 NVI
Ana era una mujer amada y bendecida, pero no podía tener hijos, así que constantemente derramaba su corazón ante Dios, hasta que un día hizo el voto de entregar a su hijo al servicio de Dios, y el oyó su oración y le concedió un hijo.
Ahora bien parece algo sencillo, pero esta mujer tiene dos cualidades: su devoción a Dios y su Fidelidad.
Pues, cuando Dios le dió a su hijo ella espero destetarlo, es decir, cuido a su hijo hasta los tres años aproximadamente, y luego lo llevo al templo donde viviría el resto de su vida.
Dijo Ana: «Mi señor, tan cierto como que
Usted vive, le juro que yo soy la mujer que estuvo aquí a su lado orando al
SEÑOR. Éste es el niño que yo le pedí al SEÑOR, y él me lo concedió.
Ahora yo, por mi parte, se lo entrego al SEÑOR. Mientras el niño viva, estará
Dedicado a él.»
1 Samuel 1.26-28 NVI
María la valiente madre del Salvador.
Valiente es la palabra que describe a María, aunque sus virtudes y su corazón la hicieron la bienaventurada madre del Salvador del mundo, tuvo que ser valiente al aceptar la voluntad de Dios, nos solo por lo socialmente aceptable para ese entonces, sabiendo que Dios la respaldaría y apoyaría en su matrimonio, sino al tener que criar a aquel que moriría por todo nosotros, y vivir con ello toda su vida.
El nacimiento de Jesús, el Cristo, fue así: Su madre, María, estaba
Comprometida para casarse con José, pero antes de unirse a él, resultó que
Estaba encinta por obra del Espíritu Santo. 19 Como José, su esposo, era un
Hombre justo y no quería exponerla a vergüenza pública,
Resolvió divorciarse de ella en secreto.
Pero cuando él estaba considerando hacerlo, se le apareció en sueños un
Ángel del Señor y le dijo: «José, hijo de David, no temas recibir a María por
Esposa, porque ella ha concebido por obra del Espíritu Santo.
Dará a luz un Hijo, y le pondrás por nombre Jesús,
Porque él salvará a su pueblo de sus pecados.»
San Mateo 1.18-20 NVI
Todos contamos esta historia, pero poco nos percatamos de cuanta angustia pudo existir antes de que el Ángel se le presentara a José en sueños, pero María fue valiente.
Así como también lo fue cuando Jesús se fue al templo siendo solo un niño, y ella guardaba todas esas cosas en su corazón. De ese modo, fueron pasando los años y fueron ocurriendo cosas en la vida pública de Jesús y ella fue asumiendo el rol que le correspondió en cada parte de su vida, haciéndola una de las Madres Ejemplares de la Biblia.