Dios es nuestro Padre; y como hijos podemos acudir a Él en cualquier circunstancia que rodee nuestras vidas. Nuestra búsqueda con Él debe ser genuina, con humildad y un corazón puro y honesto.
Nuestro Padre no puede resistir un corazón que le busca en espíritu y en verdad. Teniendo siempre presente que su Espíritu Santo es quien nos acompaña y permite que la conexión con Él sea más eficaz.
“El Señor estará con ustedes, siempre y cuando ustedes estén con Él. Si lo buscan, Él dejará que ustedes lo hallen; pero si lo abandonan, Él los abandonará.”
2 Crónicas 15:2b (RVR)
Conectándonos a través de la Oración.
La mejor forma de como provocar la presencia de Dios es a través de la oración: la cual es un poderoso nervio que mueve sus brazos para atender a las necesidades que presentamos delante de él.
También por medio de la adoración podemos conectarnos con nuestro Padre que nos ama y que se complace en la búsqueda insaciable de sus hijos
“Pidan, y se les dará; busquen, y encontrarán; llamen, y se les abrirá.”
Mateo 7:7 (NVI)
Un Olor Agradable.
Para llegar al corazón del Padre nuestras plegarias deben ser de grato olor; llenas de humildad y sencillez sin necesidad de utilizar frases y ademanes; pues Dios nos conoce y sabe las intenciones del corazón de sus hijos.
“Porque por Dios somos buen olor de Cristo en los que se salvan para unos, olor de muerte para muerte, y para otros, olor de vida para vida…”
2 Corintios 2:15-16
Si vienes a la presencia del Padre y en tu corazón hay odio, resentimiento, ira; esta actitud hace que tu oración tenga olor a muerte espiritual.
En estas condiciones el Espíritu Santo no puede habitar en medio de ti y tú mismo no dejaras que el Señor se manifieste en tu vida.
Tenemos que entender como provocar la presencia de Dios no es con nuestras propias fuerzas; pues en la carne no se lograrán conectar con la revelación de Dios.
Dios es mi Refugio.
Estar en la presencia de Dios trae para la alma sanidad, deleite, paz, bendición y serenidad ante nuestra vida. Por medio de su presencia podemos descansar ante los pies de nuestro padre colocar en Él aquello que nos carga y atribula. Recibir sanidad interior y exterior.
“Oh Dios, tú eres mi Dios; yo te busco intensamente. Mi alma tiene sed de ti; todo mi ser te anhela, cual tierra seca, extenuada y sedienta”.
Salmos 63:1 (NVI)
Ven Espíritu Santo.
Cabe destacar la gran importancia del Espíritu Santo en nuestra comunión con Dios, él intercede por nosotros en todo momento y nos alienta.
El Espíritu Santo habita dentro de quienes le buscan y para que esto pueda ser posible debemos llevar una vida santa según los preceptos establecidos por Dios. Asimismo nuestro corazón debe ser limpio sin manchas. Pues de un corazón limpio hay una vida con frutos espirituales buenos y esto agrada a Dios
Me buscarán y me encontrarán, cuando me busquen de todo corazón.
Jeremías 29:13 (NVI)
Siguiendo el ejemplo de los Profetas.
Grandes profetas de la biblia sabían cómo provocar la presencia de Dios. Principalmente porque sabían escuchar su voz y dejaban que Dios tomará el control.
También porque cumplían el propósito para el cual eran llamados y el favor de Dios no se apartaba de ellos. Los dirigía a cosas grandes y su gloria siempre se derramo sobre sus vidas.
“En ti confían los que conocen tu nombre, porque tú, Señor, jamás abandonas a los que te buscan”. Salmos 9:10 (NVI)
Delante de tu Presencia.
Es hora que nos alineemos con el propósito que Dios tiene para nuestras vidas y que él tome el control de ellas. Pongámonos a cuentas con Dios. Dejemos los vicios del viejo hombre y levantémonos en verdad y en justicia y cosas grandes verán nuestros ojos.
Pues Dios se ha manifestado a nuestras vidas para darnos parte en su Reino; nos ha llamado a hacer grandes maravillas y su poder y amor nos dirigirá en todo momento pero debemos ser esforzados y valientes; así el Señor no se apartará de nosotros y su gran amor cubrirá nuestras faltas.
“Busquen al Señor mientras se deje encontrar, llámenlo mientras esté cercano.”
Isaías 55:6 (NVI)