Herencia de Jehová son los hijos, pues los hijos son un regalo de Dios, un préstamo que Dios nos da para que seamos plenos felices, y para que dejemos una parte de nosotros en este mundo.

Cada persona tiene el deber biológico de nacer crecer reproducirse y morir, pero los hijos más que una bondad biológica de la naturaleza son prestados por Dios, es por ello, que en esta oportunidad queremos bendecir tu vida con estas humildes palabras que te ayudarán a cuida de ellos.

 

¿Por qué se dice que los hijos son prestados por Dios?

 

Que los hijos son prestados por Dios es una expresión popular que encuentra su base en las sagradas escrituras, cuando una y otra vez se afirma que los hijos son una bendición y es a Dios a quien pertenecen.

De igual manera, es una expresión sabia, que denota el hecho de que, es una gran responsabilidad no solo como padres con la vida por habernos permitirlo serlo.

Sino que es una responsabilidad mayor pues es Dios mismo quien nos ha dado la responsabilidad de cuidarlos y hacerlos crecer con sabiduría y temor de Dios para que cumplan con el propósito para el cual Dios los ha traído a este mundo.

 

¿Cómo Cuidar a nuestros Hijos? 

 

Le sorprendería las estadísticas cuando denotan que los hijos de los ministros de Dios como pastores y evangelistas llegan a ser muy rebeldes, así como cada día la sociedad en general va hacia un estado deplorable, la razón: la falta de Dios en el hogar.

Afortunadamente usted  y yo podemos hacer lo mejor que está en nuestras manos por amor a ese hermoso préstamo que nos hizo Dios, sabiendo que cada hombre y mujer saludable y espiritualmente sano que llevemos a la sociedad puede cambiar la historia e impactar multitudes.

 

-Instrúyalos en la Palabra y el temor de Dios. 

 

Tal vez usted no tiene idea de cuan poderosa es esta verdad, pero la Biblia señala que si instruimos a nuestros hijos en el camino del Señor aun siendo hombres y mujeres no se apartarán de él, por algo el reino de los cielos es de los niños.

De igual modo, las personas que crecen en un ambiente lejos de la fe tienen más posibilidades de fracasar en muchas áreas de sus vidas y les cuesta ama creer en Dios.

 

-Enséñele valores. 

 

Debemos enseñarle valores a nuestros hijos, y no esperar que sea la sociedad a través de los medios de comunicación o la simple convivencia que lo haga.

Le sorprendería conocer la gran cantidad de padres que por las ocupaciones cotidianas no tienen tiempo de atender a sus hijos, los cual siempre desencadena en fatalidades

• sociales,
• emocionales,
• y  espirituales.

Los valores son, necesariamente, las columnas que no permitirán que nuestros hijos se dejen llevar por cualquiera por tanto debemos prestar especial énfasis en ello.

 

-Dedíqueles tiempo de calidad a sus hijos. 

 

Sus hijos requieren pasar tiempo con usted, y tiempo de calidad, no es solo estar ocupando un espacio, limpiando, ayudándolos en sus deberes, proveyéndoles y llevándoles de arrastras para la iglesia.

Nuestros hijos requieren

• Conversaciones
• Sonrisas,
• Salidas y actividades donde ellos realmente sean el centro de atención.

 

Si cualquier persona le preguntase a usted :

• Cuál es el color favorito de sus hijos,
• A qué le tienen miedo
• Qué les gusta,
• Quiénes le agradan en la escuela y quien no,
• En qué disfrutan su tiempo libre.

Tal vez se sorprenderá en darse cuenta que muchas veces las respuestas que tenemos son cosas que imaginamos y observamos y no necesariamente conversamos con ellos, así que no dude y dedíquese con amor porque los hijos son prestados por Dios.

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