Nosotros somos hijos de Dios porque Él así lo quiso; nos amó desde que nos creó y lleno nuestras vidas de sus misericordias y bendiciones.
En el corazón de Dios está el deseo que todos seamos salvos; conforme a su voluntad nos hace el llamado a cada uno de nosotros; es un derecho que Él nos ha otorgado.
Dios está a la puerta; llamando a cada uno por su nombre; haciendo una invitación para tomar con Él lo mejor y siguiendo sus pasos para alcanzar aquello a lo que nos destinó.
“No me escogieron ustedes a mí, sino que yo los escogí a ustedes y los comisioné para que vayan y den fruto, un fruto que perdure. Así el Padre les dará todo lo que le pidan en mi nombre” Juan 15:16(NVI)
¿Por qué nos ha llamado Dios?
El Padre nos ha llamado ante su presencia porque nos ama; para que podamos recibir de Él de acuerdo a nuestras necesidades y principalmente porque tiene un propósito grande para nuestras vidas.
“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. Romanos 8:28 (RVR60)”
A Dios le ha placido llamarnos hoy; sus manos están extendidas para recibirnos y hacer de nosotros cosas grandes y la gloria que alcanzaron cada uno de sus hijos, sea sobre nosotros también.
¿Qué debo hacer para recibir el llamado de Dios?
Para escuchar el llamado de Dios, primer debemos tener una conexión con Él; pues alejados de Él nada podemos lograr.
Si nosotros no buscamos de Dios, es imposible saber si Él se revela a nuestras vidas. No sabremos reconocer su voz.
Pero si somos atentos y estamos delante de su presencia siempre, reconoceremos su voz audible. Y el llamado de Dios es irrevocable porque nos hablará directamente a nosotros y hará como Él quiera.
“Y fue para esto que Él os llamó mediante nuestro evangelio, para que alcancéis la gloria de nuestro Señor Jesucristo”. 2 Tesalonicense 2:14(RVR)
Dios Llama.
Dios nos llama porque quiere la grandeza y el poder de su gloria sobre nosotros, porque él tiene propósitos con nuestras vidas que es alcanzar las almas para Cristo.
Para que Dios pueda revelarse en nuestras vidas debemos:
Ser Obedientes
Una persona obediente, es una persona que sabe escuchar y tiene el discernimiento para reconocer quien le llamó.
Pues la obediencia es poner en práctica el oído de nuestros sentidos espirituales para poder reconocer el llamado de nuestro Padre. Y así tener la certeza que el llamado de Dios es irrevocable porque tiene un propósito.
“Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito.”
Romanos 8:28 | NVI
Ser Comprometidos
Otra de las actitudes que debemos tener para cumplir con el llamado de Dios es que seamos comprometidos con nuestro servicio para Él. No debemos desmayar, ni ser inconstantes con el propósito que nos ha entregado.
Debemos luchar y permanecer pues Dios premiará nuestro esfuerzo
“Sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús.” Filipenses 3:14(NVI)
Ser Fieles
Dios es fiel; permanece a nuestro lado. Aun cuando nosotros seamos infieles Él permanecerá fiel al llamado que nos hizo; a su amor incondicional, a su misericordia. Es por ello, que el llamado de Dios es irrevocable; Él permanece fiel, así como también lo hizo el Señor Jesús hasta el final.
Somos nosotros quienes nos alejamos de Él. Pero dios siempre seguirá llamándonos, anhelándonos para cumplir su propósito en nuestras vidas.
“Fiel es Dios, quien los ha llamado a tener comunión con su Hijo Jesucristo, nuestro Señor”1 corintios 1:9(NVI)
Llamados para Recibir Poder
Dios nos ha llamado hoy, nos ha invitado a estar con Él y recibir parte en el reino de gloria; es su voluntad que estemos junto a Él.
El cumplirá su llamado en nosotros; sin importar las circunstancias, nos buscará, nos ayudará y levantará para enviarnos a recibir la gloria y poder de su grandeza.
Pues Dios nos ha llamado para cosas grandes y no tiene planes de mal sino de bien; por la gloria del Señor Jesús. Amen.