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Versículos sobre Diezmos y Ofrendas.

Un tema siempre controvertido cuando se habla de religión y fe, es sin duda lo referente a los diezmos y las ofrendas.

Sin embargo existen múltiples Versículos sobre Diezmos y Ofrendas en las Sagradas escrituras que avalan esta práctica de fe y obediencia en los creyentes.

 

¿Qué es el Diezmo y qué es la ofrenda? 

 

El diezmo, es la décima parte de todos los bienes de una persona, así lo establece Dios en su palabra, que ese porcentaje debe ser apartado y santificado a Dios.

Por su parte las ofrendas, viene a ser lo que sale del corazón del hombre en agradecimiento a Dios, y generalmente, según los relatos Bíblicos, la ofrenda suele ser más abundante. Siendo ambas actuaciones avaladas por las sagradas escrituras pues existen muchos ejemplos en varios Versículos sobre Diezmos y Ofrendas.

 

¿Por qué dar Diezmo y Ofrenda? 

 

Nadie te obliga a dar diezmo y ofrenda, contrario a lo que las personas piensan no hay una tarifa o una obligación en las iglesias, o te espera alguien diciendo, si no ofrendas te vas.

Realmente el diezmo y la ofrenda son Actos Voluntarios de Amor, Obediencia, y Agradecimiento a Dios. En el cual las personas quieren acercarse a Dios y reconocerlo como creador y dueño de todas las cosas

Un acto voluntario de Amor, Obediencia, y Agradecimiento a Dios. 

 

Estas son las primeras veces que aparecen la ofrenda y el Diezmo en las Sagradas Escrituras, y observamos que el acto de ofrendar y diezmar es un acto totalmente voluntario, y no es solo el acto de dar, sino que hay que dar lo mejor a Dios, y a sus sacerdotes (en el caso del Diezmo).

Tal como se expresa en los siguientes Versículos sobre Diezmos y Ofrendas:

“Tiempo después, Caín presentó al SEÑOR una
Ofrenda del fruto de la tierra. Abel también presentó al SEÑOR lo mejor de su
Rebaño, es decir, los primogénitos con su grasa. Y el SEÑOR miró con agrado a
Abel y a su ofrenda”
Génesis 4.3-4

Y Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios altísimo, le ofreció
Pan y vino. Luego bendijo a Abram con estas palabras:
¡Que el Dios altísimo,
Creador del cielo y de la tierra,
Bendiga a Abram!
¡Bendito sea el Dios altísimo,
Que entregó en tus manos a tus enemigos!
Entonces Abram le dio el diezmo de todo.
Génesis 14. 18-20

¿Qué sucede si no diezmo y ofrendo? 

 

Dios es claro en su palabra sobre las bendiciones de la obediencia y las maldiciones de la desobediencia, tomando en cuenta que diezmar y ofrendar aparecen como mandato en las sagradas escrituras.

El acto de ofrendar y diezmar, es un privilegio para los que creen en Dios, e incluso como es una ley espiritual tan verdadera como la ley física de la gravedad, el solo hacerlo trae bendición y prosperidad a la vida de las personas.

Sin embargo, al respecto de no querer hacerlo, aun sabiendo que es un acto de amor y obediencia el Señor deja claro que:

“Desde la época de sus antepasados se han apartado
De mis preceptos y no los han guardado.
Vuélvanse a mí, y yo me volveré a ustedes
—dice el SEÑOR Todopoderoso—.
Pero ustedes replican: ¿En qué sentido tenemos que volvernos?
¿Acaso roba el hombre a Dios? ¡Ustedes me están robando!
Y todavía preguntan: ¿En qué te robamos?
En los diezmos y en las ofrendas.
Ustedes —la nación entera— están
Bajo gran maldición, pues es a mí a quien están robando.
Traigan íntegro el diezmo para los fondos del templo, y así habrá
Alimento en mi casa.
Pruébenme en esto —dice el SEÑOR Todopoderoso—, y
Vean si no abro las compuertas del cielo y derramo sobre ustedes bendición
Hasta que sobreabunde.”
Malaquías 3.6 -10

En toda la Biblia es el primer y la única vez donde Dios reta al ser humano a que lo pruebe, pues Dios es fiel a sus promesas respecto al diezmo y a la ofrenda.

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