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Aprendiendo a Ser Pacientes en el Señor

La paciencia es una de las virtudes más mencionadas en la Biblia; la cual implica sufrir circunstancias adversas esperando por una respuesta ante una situación determinada.

También es un sometimiento voluntario; en la cual se acepta sin replica algo específico en un lapso indefinido de tiempo.

La Biblia menciona lo importante que es cultivar el fruto de la paciencia; pues esta se va gestando y dando en sí otros frutos que nos perfeccionan en nuestro caminar con Dios.

 

“Sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna.”

Santiago 1:3-4 (RVR1960)

 

La Fe produce Paciencia. 

 

Anteriormente, el versículo expresa que la fe produce paciencia; es decir, hay circunstancias que nos llevan a tener fe;  en la cual esperamos con paciencia el mover de Dios; o esperamos esa respuesta aguantando esa situación hasta que obtengamos lo que pedimos, o hasta que Dios haga la obra en nosotros, transformándonos.

Ser paciente tiene que ver con entrega y sacrificio; es sufrir la espera de la respuesta. Y todo lo que Dios procesa en este tiempo dará como resultado la paciencia y seremos perfectos y cabales sin que nos falte nada de aquello que hemos pedido.

Ahora bien; quiénes están dispuestos a sufrir la paciencia; esto tiene que ver con la fidelidad y confianza en Dios. Sin fe no podemos ver las grandes maravillas que Dios tiene para nuestras vidas. La fe es la convicción de alcanzar algo  y la paciencia es la espera de aquello que deseo ver.

 

“Y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado por mi nombre, y no has desfallecido.”

Apocalipsis 2:3

 

Siguiendo el Ejemplo de Job.

 

La paciencia se fortalece en la fe y en la fidelidad; Job es un vivo Ejemplo en la Biblia del sufrimiento que causa la paciencia en cuanto a la espera de algo. Todo recordamos la historia de Job.

Job era un hombre bendecido y fiel a Dios; con un corazón agradecido y sincero; con una familia firme y grandes riquezas; Dios sentía orgulloso de su siervo; pero Satanás le dijo a Dios que la actitud de Job se debía a que estaba bien; y que si lo hería en todo lo que le había bendecido, este tendría otro tipo de comportamiento ante Él.

Entonces Dios permitió que Satanás tocará todo aquello en que Dios había bendecido a Job, menos su vida; y le sobrevino mal a Job por todas partes y fue herido en su piel con una enfermedad; más aun el mantenía una actitud de reverencia y respeto a Dios.

Aun cuando sus amigos le acusaban injustamente de pecados que no había cometido; él alababa y daba gracias al Señor; rendía ante Él su corazón y su fe y fidelidad permanecieron intactas mientras esperaba respuesta de Dios.

Es por ello, que cuando Dios se manifiesta en respuesta al dolor de Job; lo bendice en gran manera; pues fue paciente ante la espera.

Dice la Palabra que la obra de la paciencia termina porque llegamos a ser perfectos y cabales; así como Job que es un Ejemplo de Paciencia en la Biblia porque a pesar de las circunstancias no negó a Dios y espero pacientemente por su respuesta confiando plenamente en Él.

 

Ser Pacientes en el Señor. 

 

A veces, nosotros pasamos por circunstancias que ponen a prueba nuestra fe; también ponen a prueba nuestra paciencia, y entra la desesperación; no encontramos salidas y nos ahogamos ante lo desconocido.

Dios quiere que cuando nos encontremos en las fosas cenagosas de nuestras  vidas, podamos confiar en Él; pues Él nos afirma para que nuestros pies puedan pisar suelo firme, y las circunstancias no ahoguen nuestra alma.

Debemos tener la plena confianza de que Dios nos ayudará y será nuestro pronto auxilio en medio de la adversidad, pero debemos ser pacientes; esperando con tranquilidad su respuesta; así todo este perdido; o no haya una luz al final de camino, podamos sentir la certeza de que Dios está obrando en nuestro milagro y su respuesta llegará a tiempo.

 

“Porque la paciencia os es necesaria, para que, habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa”.

Hebreos 10:36 (RVR 1960)

 

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