La bienvenida es un gesto de amor y aceptación que refleja el corazón de Dios hacia sus hijos. En la Biblia, encontramos numerosos textos que expresan este sentido de acogida y comunidad, mostrando cómo Dios nos recibe con brazos abiertos y nos anima a hacer lo mismo con nuestros hermanos y hermanas en la fe. Este artículo explora algunos de los textos bíblicos más significativos que nos inspiran a cultivar un espíritu de hospitalidad y bienvenida en nuestras comunidades y vidas.
1. Mateo 18:20
“Porque donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo con ellos.”
Este versículo nos recuerda que Jesús está presente cuando nos reunimos en su nombre, ofreciéndonos la bienvenida más profunda y significativa.
2. Romanos 15:7
“Por tanto, acójanse los unos a los otros, así como Cristo los acogió, para gloria de Dios.”
Pablo nos insta a recibirnos mutuamente con el mismo amor y aceptación con que Cristo nos ha recibido, mostrando la naturaleza inclusiva del amor de Dios.
3. Hebreos 13:2
“No se olviden de la hospitalidad, porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles.”
Este versículo nos anima a practicar la hospitalidad, recordándonos que en el acto de recibir a otros, podemos estar sirviendo a mensajeros divinos sin siquiera darnos cuenta.
4. 1 Pedro 4:9
“Sean hospitalarios los unos con los otros sin quejarse.”
Pedro nos enseña que la hospitalidad es un elemento esencial de la vida comunitaria cristiana, y debe practicarse generosamente y sin resentimientos.
5. – 3 Juan 1:5-8
“Querido amigo, te esfuerzas fielmente en lo que haces por los hermanos, incluso cuando son desconocidos para ti.”
Juan elogia la hospitalidad mostrada hacia los creyentes, incluso aquellos que no conocemos, destacando la importancia de apoyar y acoger a los viajeros y misioneros.
6. Levítico 19:34
“El extranjero que resida con ustedes será para ustedes como el ciudadano de entre ustedes; lo amarás como a ti mismo, porque ustedes fueron extranjeros en la tierra de Egipto. Yo soy el Señor su Dios.”
Este versículo del Antiguo Testamento nos recuerda que debemos tratar a los extranjeros y visitantes con amor y respeto, reconociendo nuestra propia vulnerabilidad y dependencia de la gracia de Dios.
7. Lucas 14:13-14
“Pero cuando des un banquete, invita a los pobres, a los lisiados, a los cojos, a los ciegos; y serás bendecido, porque ellos no pueden recompensarte.”
Jesús nos enseña que la verdadera hospitalidad se extiende especialmente a aquellos que no pueden devolvernos el favor, reflejando el corazón de Dios por los marginados y necesitados.
8. Salmo 122:1
“¡Qué alegría cuando me dijeron: ‘Vamos a la casa del Señor!'”
Este salmo expresa la alegría y anticipación de reunirse en comunidad para adorar, una bienvenida que compartimos con gozo cada vez que nos reunimos.
Estos textos bíblicos de bienvenida nos recuerdan que ser acogedores y hospitalarios es una expresión vital de nuestro amor por Dios y por los demás. Al abrir nuestros corazones y hogares, reflejamos el amor incondicional de Dios y fortalecemos los lazos de nuestra comunidad. Que cada encuentro y cada acto de bienvenida sean un testimonio de la gracia y el amor que hemos recibido.