Siempre queremos escuchar a Dios, y no solo es su voz audible a nuestros sentidos, sino tener esa certeza de que vamos por el camino indicado por él.
Pero, qué sucede cuando parece que simplemente ya no somos sensibles, aprenda Cómo encontrar a Dios en el silencio a través de estas cortas y humildes palabras, que esperamos que Dios a través de su Santo Espíritu use para hablar a tu vida.
Si necesitas sentir aún más a Dios en los procesos que atraviesas en tu vida Aprende Cómo encontrar a Dios en el Silencio.
Padre, padre ¿Por qué me has abandonado?
Estas fueron las palabras más difíciles proferidas en la historia de la humanidad, Jesús que venía de Dios, que era Dios mismo y que nunca se había separado de la trinidad desde la formación del mundo, (desde que en Génesis aparece diciendo:
“Hagamos al hombre a nuestra imagen y conforme a nuestra semejanza”
Ahora por primera vez, y por el pecado nuestro que llevaba en la cruz, sintió el silencio del padre.
Fue tanto su dolor y su desconcierto, que voz a cuello en la más oscura dificultad de su vida, no le importaron los golpes, la humillación y el dolor, solo pudo sentir una cosa, el silencio de Dios, y ¿Por qué?
- Primero: para que usted y yo tuviésemos salvación
- Pero, también para que usted y yo supiéramos que cuando no escuchamos a Dios, cuando sentimos que nuestra barca quedó sola, y andamos desconcertados y sin dirección, Jesús nos comprende.
Todo tiene un Tiempo.
Otro tesoro escondido en las Sagradas Escrituras es, que el tiempo de Dios es perfecto y todo acontece cuando tiene que suceder, así hay un tiempo de hablar y un tiempo de callar.
De igual modo, en Sofonías 3.17, aparece la clave para entender el proceso de Dios hacia nuestras vidas, cuando sentimos que no lo escuchamos y es que “Dios callará de amor”.
Así que, cuando queramos sentir la presencia de Dios, su dirección y su Santo Espíritu recordemos que el Silencio también forma parte de nuestro proceso, además de ello, solo cuando valoremos su verdadera presencia seremos capaces de anhelar su ausencia.
¿Cómo encontrar a Dios en el Silencio?
-Es silencio de Dios, no suyo.
Si usted quiere encontrar a Dios en el silencio no deje de alabarlo, vaya a sus atrios con alabanza, así no sienta nada tiéndase en el suelo y suplique su presencia, alábelo porque es Dios, alábelo porque es bueno, y porque aunque usted no lo siente Él está allí con usted.
-Lea la Palabra de Dios y medite en ella.
Cada día de su vida usted debe buscar y anhelar la Palabra de Dios, pues ella es el alimento de su espíritu.
Imagínese pasar un día sin comer, la pregunta es ¿Cuánto come usted espiritualmente?, si usted alimenta al menos tres veces al día a su cuerpo físico, por qué habría de ser distinto con su cuerpo espiritual.
Además de ello, no es solo comer, o leer por leer, la Palabra de Dios debe ser meditada, aplicada a su vida, reflexionada, comentada, muchas veces queremos que Dios abra el cielo y nos hable, pero no somos capaces de pagar el precio en oración y en la búsqueda de su Palabra que es:
La carta de amor más hermosa escrita por Dios para cada uno de nosotros.
-Reflexiones sobre sus actos.
El silencio de Dios siempre viene con un propósito que es transformar nuestras vidas, a veces son nuestras actitudes que simplemente alejan a Dios.
Recordemos que Dios ama al pecador, pero rechaza el pecado, por lo tanto, es bueno reflexionar sobre nuestros caminos y pedirle al Espíritu Santo que nos escudriñe y confronte para poder volver a la presencia de Nuestro Señor y encontrarlo en el silencio.
-Espere en Dios.
No es sencillo esperar en Dios, pero si tenemos fe, esperanza y amor, es posible, pues Dios no nos dejará en el desierto más tiempo del que podamos soportar.
Si bien calla de amor, también sale a defendernos con su brazo poderoso, y sigue siendo la roca firme a la que podemos acudir a refugiarnos.
Así que no se desespere, porque Dios es Nuestra Esperanza.
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