La vida es una sucesión de altibajos, emocionales, sin embargo Dios nos llama a ser como los árboles plantados junto a un rio, cuya estabilidad permite que sus hojas no caigan sin importar las inclemencias el tiempo.
En esta oportunidad, queremos compartirte Reflexiones Cristianas Cortas de Ánimo, con el fin de que cobres fuerzas y recuerdes que nuestro Dios ha vencido al mundo y a sus dificultades.
Esperamos en Cristo que puedas sentir ese refrigerio necesario del espíritu Santo en tu vida, y oramos para que Dios aliente tu corazón y vivifique tus fuerzas.
Reflexiones Cristianas Cortas de Ánimo.
Cuando pasamos por momentos de desánimo y aflicción, sentimos que nunca podremos salir de allí.
Afortunadamente, Dios en su infinita misericordia, siempre trae palabras de aliento y reflexiones en su palabra que nos ayudan a levantarnos, solo debemos tener un corazón dispuesto a Él y pronto pasaremos esos momentos difíciles.
1. La Luz de tu Mundo.
“Tú, SEÑOR, mantienes mi lámpara encendida;
Tú, Dios mío, iluminas mis tinieblas”
Salmo18.28 NVI
Posiblemente tú también hayas pasado esos momentos terribles donde sientes que caes en un abismo sin fondo: el pasillo de un hospital, el último adiós en un frío cementerio, el vencimiento de tu hipoteca, la decepción amorosa, la traición.
En esos momentos nuestro corazón se derrite dentro de nosotros como cera, tal como lo expresa el salmista y no somos capaces de pensar nada, sin embargo, en esos momentos debemos aferrarnos a la palabra de Dios y repetirla y creerla, debemos poner nuestra mirada en la luz de nuestras vidas, porque sin el abismo nos consumirá.
Posiblemente digas, es sencillo decirlo, pero te puedo garantizar que ninguna persona que busca a Dos en los momentos de aflicción angustia y desanimo, es echado a un lado, pues Dios mantiene nuestra lámpara encendida, así que confiadamente, aun sin fuerzas, siempre gira tu mirada, y busca su luz.
2. Dios cumplirá su Propósito en Ti.
“Pero tú me sacaste del vientre materno;
Me hiciste reposar confiado
En el regazo de mi madre.
Fui puesto a tu cuidado
Desde antes de nacer;
Desde el vientre de mi madre
Mi Dios eres tú”.
Salmo 22.9-10 NVI
A veces las circunstancias nos abruman a tal modo que prácticamente olvidamos quienes somos para Dios y de dónde venimos.
Es por eso, que debemos recordarnos a nosotros mismos que Dios tiene un maravilloso propósito con nuestras vidas y que cualquier circunstancia o bajo es pasajero, en comparación con el hermoso propósito eterno de Aquel que nos amó, y nos eligió aun cuando no habíamos nacido.
3. Cuando sabes que Todo estará bien.
“Pero de una cosa estoy seguro:
He de ver la bondad del SEÑOR
En esta tierra de los vivientes.
Pon tu esperanza en el SEÑOR;
Ten valor, cobra ánimo;
¡Pon tu esperanza en el SEÑOR!”
Salmo 27.13-14 NVI
No es lo mismo entra en la más tenebrosa oscuridad sin saber que ocurrirá, a entrar sabiendo que el fin sea algo positivo, asimismo debemos pensar cuando el desánimo, la tristeza y la frialdad se apoderen de nosotros.
En medio de nuestras circunstancias terribles, debemos recordar en quien hemos creído y cuál es nuestra fe, solo de este modo podremos cobrar ánimo, pues nuestro Dios, que es nuestra esperanza, no nos abandonará, sino que cada situación que afrontemos permitirá que Él se manifieste y glorifique en nuestras vidas.
4. Nada es más grande que Dios.
“Dios es nuestro amparo y nuestra fortaleza,
Nuestra ayuda segura en momentos de angustia.
Por eso, no temeremos
Aunque se desmorone la tierra
Y las montañas se hundan en el fondo del mar”
Salmo 46.1-2 NVI
Debemos entender que Dios es todo poderoso, que es omnipotente, que es nuestro guerrero, que nos formó desde el vientre de nuestra madre y que tiene un plan para nosotros, que su amor es eterno y nos sigue a donde quiera que vayamos.
Que sus pensamientos para nosotros son mejores que incluso nuestros pequeños planes, que aunque nuestra mente se queda atrapada en lo finito y pasajero de la vida, su propósito para nosotros es eterno, y que absolutamente nada en este mundo es más grande que Él, por lo tanto, debemos estar confiado, pues ese es el Dios en el que hemos creído.
5. Cuando nos encontramos en medio de la agitación y el caos del mundo
“Estad quietos, y conoced que yo soy Dios; seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra.”
Salmo 46.10
En estos momentos de incertidumbre, podemos encontrar consuelo en la promesa de Dios de que Él es soberano sobre todas las cosas. Nos invita a encontrar la paz en Su presencia, a confiar en Su plan y a descansar sabiendo que Él está en control.
Así como un río tranquilo fluye en medio de un bosque sereno, la paz de Dios puede fluir en nuestros corazones, incluso en los tiempos más tumultuosos. Al abrazar esta paz divina, encontramos fortaleza para enfrentar los desafíos y una tranquilidad que supera toda comprensión.
Recordemos que, en los momentos de tribulación, podemos refugiarnos en la paz que solo Dios puede brindar. Al hacerlo, descubrimos que, a pesar de las tormentas que puedan surgir, siempre hay un lugar de calma en el abrazo amoroso del Creador.
6. En los momentos de soledad y desolación
“Jehová es mi pastor; nada me faltará.
En lugares de delicados pastos me hará descansar;
Junto a aguas de reposo me pastoreará.
Confortará mi alma; me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.”Salmo 23
Estas palabras nos recuerdan que no estamos solos en nuestro camino. Tenemos a un Pastor amoroso que nos cuida y nos provee todo lo que necesitamos. Él nos guía a través de los momentos de calma y también en los desafíos más difíciles de la vida.
Así como un pastor atento a su rebaño, Dios conoce cada uno de nuestros caminos y nos acompaña en cada paso del camino. Nos da descanso en medio de la agitación y nos refresca con su presencia tranquila.
En los momentos de incertidumbre, podemos confiar en que Dios está a nuestro lado, velando por nosotros. No importa cuán oscuro parezca el valle, su presencia nos da consuelo y fortaleza.
Recordemos que tenemos un compañero fiel en Dios, quien nos guía y nos sostiene en cada etapa de la vida. En Su compañía, encontramos consuelo y seguridad, y nunca caminamos solos.
7. El tema del perdón
Este salmo es atribuido al rey David y expresa su arrepentimiento y búsqueda del perdón de Dios después de cometer un grave error:
“Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones. Lávame más y más de mi maldad, Y límpiame de mi pecado. Porque yo reconozco mis rebeliones, Y mi pecado está siempre delante de mí. Contra ti, contra ti solo he pecado, Y he hecho lo malo delante de tus ojos; Para que seas reconocido justo en tu palabra, Y tenido por puro en tu juicio.”
Salmo 51
Este salmo refleja el profundo arrepentimiento de David y su súplica por el perdón y la restauración. Es un llamado a la misericordia de Dios y una expresión de confianza en Su capacidad para limpiar y restaurar al pecador arrepentido.
El Salmo 51 también resalta la importancia de reconocer nuestros errores y buscar el perdón de Dios. Nos recuerda que, aunque cometamos errores, podemos acudir a Dios con humildad y confianza en Su gracia y misericordia.
Espero que encuentres consuelo y guía en este salmo sobre el perdón. Si hay algo más en lo que pueda ayudarte, no dudes en decírmelo.